INTERIOR
El Neoplasticismo en las Artes Técnicas y Tectónicas #Gerrit Rietveld
A pesar del valor como pionero de Piet Mondrian y el papel como teórico y difusor de Theo van Doesburg, las principales aportaciones del Neoplasticismo en el campo del diseño y de la arquitectura provienen de alguien formado como ebanista, Gerrit Rietveld. La casa que diseñó junto a Truus Schröder es la principal manifestación arquitectónica de este movimiento y una auténtica gesamtkunstwerk neoplástica.
En estrecha colaboración hemos examinado la arquitectura como una unidad plástica formada por todas las artes, la industria y la técnica y hemos establecido que el resultado será un nuevo estilo.Cornelis van Eesteren, Theo van Doesburg, Gerrit Rietveld, Manifiesto V: -□+=R4, 1923
Sin embargo, la nueva arquitectura neoplástica reclamada en diversos manifiestos se limitó en general a imágenes como la conocida axonometría Contra-Construcción de Van Doesburg y Van Eesteren, mientras que en la práctica la relación de De Stijl con la arquitectura se tradujo en la decoración aplicada sobre las superficies, ofreciendo un resultado aún muy vinculado al Art Déco, como en la reforma del Café L’Aubette, en la que Van Doesburg colaboró con Hans Arp y Sophie Taeuber.
A pesar de esto, Gerrit Rietveld ya había aplicado los principios del neoplasticismo al diseño en 1919 al separar los componentes de su silla en listones y planos. En 1923 le aplicaría además los colores primarios para diferenciar los elementos, convirtiéndola así en la silla Roja y Azul que todos tenemos en mente. Aunque prácticamente es un manifiesto construido de diseño neoplástico, esta silla presenta planos inclinados para el asiento y el respaldo en una discreta concesión a la ergonomía y apoya los listones entre sí en otra discreta concesión a la lógica constructiva.
Ninguna de estas necesarias concesiones aparece en una pequeña pieza anterior, la lámpara que Rietveld diseñó para el despacho del doctor Hartog en 1922, formada por tres elementos que cuelgan libremente del techo dispuestos en ángulo recto, una pieza de una radicalidad formal tal que se adelanta cuarenta años a las esculturas minimalistas con luces de Dan Flavin. La influencia neoplasticista sobre la Bauhaus fue tal que Walter Gropius versionó esta lámpara para su despacho constructivista en Weimar al año siguiente.