Mobiliario y Herramientas

Dada la predilección de Rem Koolhaas por la gran escala, no resulta sorprendente su distanciamiento del mundo del diseño, al que no ha dudado de calificar de “redundante” en alguna ocasión. A diferencia de otros arquitectos en principio el arquitecto holandés parecía ajeno a la voluntad de crear una “obra de arte total”, un ambiente concreto y determinado donde todos sus elementos están diseñados para formar parte de una percepción única y singular.

Rem Koolhaas proviene del mundo del cine y en sus obras se yuxtaponen elementos de procedencia diversa para obtener un cierto “montaje cinematográfico”, unido a una cierta valoración de lo banal, de lo ordinario, cercana al “realismo sucio” y un gusto por el contraste que algunos autores califican de “surrealista”.

Sin embargo, el mobiliario ha tenido un papel decididamente protagonista en algunas de sus obras, como la estantería que acompaña a la plataforma móvil de la casa en Burdeos o el mobiliario diseñado por Arne Quinze para la biblioteca de Seattle. Por otra parte, como otros arquitectos estrella, Koolhaas y su estudio también diseñaron en 2013 una colección de mobiliario que pretendía trasladar a la escala del objeto su concepción de la arquitectura.

Queríamos crear una gama de muebles que funcionara de manera muy precisa pero también completamente impredecible, muebles que no solo contribuyeran al interior sino también a la animación Rem Koolhaas, 2013

Koolhaas bautizó estas piezas como “herramientas” en lugar de “muebles” para poner el énfasis en su condición de mecanismos. Piezas aparentemente macizas y monolíticas, como la Casa da Música, que se transforman y despliegan. Piezas que se manipulan y transforman al pulsar un botón rojo deliberadamente visible. De esta manera, las “herramientas” de Koolhaas pueden acomodar distintas funciones y modificar así también el carácter del espacio en que se sitúan.