LA FABRICACIÓN DEL
INTERIOR

La democratización del diseño (I): IKEA #Ikea

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El diseño moderno, nacido junto a las vanguardias artísticas de los años veinte, pretendía “cualificar la cantidad”, es decir, producir piezas con calidad técnica y estética para la mayoría de la población. Sin embargo, el carácter experimental de estos productos, su falta de conexión con las posibilidades de la industria de su tiempo y, en general, con los gustos de la mayoría de los consumidores, hicieron que el mobiliario que diseñaron los pioneros fuera disfrutado solamente por una reducida élite social y económica aficionada al arte.

Sin embargo, en la actualidad, no solo una élite económica y cultural consume diseño contemporáneo ya que grandes empresas como IKEA producen y venden mobiliario de diseño contemporáneo a precios asequibles para todo tipo de consumidor. Podemos decir que el mundo de hoy se caracteriza por una difusión generalizada del gusto por el diseño moderno.

En los almacenes y los catálogos de empresas IKEA los elementos a la venta se organizan por ambientes en los que elementos de todas las escalas, desde utensilios de cocina hasta grandes armarios integrados comparten un lenguaje común y siguen la misma dirección proyectual. A la coherencia del resultado final ayuda la generalización como línea de diseño propia de IKEA del diseño escandinavo, caracterizado por una “armonía morfológica” tal que piezas concebidas por separado pueden convivir entre ellas de manera que formen un ambiente unitario semejante al de un interior concebido como una “obra de arte total”. A través de sus catálogos, IKEA ofrece a sus usuarios no solo el equipamiento para su vivienda sino la confección de una forma de vida a medida.