Los restaurantes de Correa y Milá #Alfonso Milá #Federico Correa

Para Federico Correa y Alfonso Milá, siguiendo la consigna “de la cuchara a la ciudad” acuñada por Ernesto Nathan Rogers, el interiorismo y el diseño industrial eran partes del mismo proyecto arquitectónico. En numerosas ocasiones, no encontrar en el mercado una pieza adecuada para un proyecto concreto les impulsó a diseñar diversos muebles y lámparas.

En 1961 diseñaron el restaurante Reno en Barcelona. Para este local, que se convirtió rápidamente en sinónimo del lujo y el confort modernos, diseñaron las mesas y las sillas aplicando una visión contemporánea a las formas tradicionales. Para la iluminación, quisieron colocar una lámpara del arquitecto milanés Ignazio Gardella y, al no encontrarla en el mercado, decidieron reproducirla con permiso del autor. El resultado es una lámpara con pantallas esféricas que produce una iluminación suave. En 1962 diseñaron para la recién construido sede del Colegio de Arquitectos de Cataluña un bar-restaurante y un club, amueblado con un conjunto de sillas Barceloneta, diseñadas originalmente para el edificio homónimo de Coderch, y de lámparas de pie obra de Miguel Milá, hermano de Alfonso y colaborador habitual del estudio en temas de diseño.

En el restaurante Flash-Flash, abierto en 1970, realizaron una intervención radicalmente diferente. En un interior donde domina el color blanco tanto en los paramentos como en el mobiliario, se introduce un guiño pop consistente en una serie de fotografías, obra del fotógrafo Leopoldo Pomés, de una modelo armada con una cámara cuyo flash son las lámparas que iluminan el local. Cuatro años más tarde, en el pequeño restaurante Il Giardinetto, llevaron un paso más allá esta decoración figurativa convirtiendo las columnas en unos árboles estilizados cuyo follaje se extendía por el cielorraso, en un completo trampantojo que cubría todas las superficies. El mobiliario escogido contribuía también a evocar en los diferentes niveles del interior el jardín que da nombre al local.