INTERIOR
El bar Chicote #Luis Gutiérrez Soto
Luis Gutiérrez Soto, miembro de la llamada “Generación del 25”, fue uno de los arquitectos más prolíficos de la arquitectura española del pasado siglo y también uno de los más eclécticos, ya que a lo largo de su carrera fue autor de edificios tan conocidos y tan diferentes como el cine Barceló, el Ministerio del Aire o el edificio de la Unión y el Fénix en la Castellana.
A pesar de su eclecticismo, la preocupación por el interior fue una constante que le llevó a diseñar también el mobiliario para alguna de sus obras. Un ejemplo que afortunadamente aún se conserva es el bar que diseñó para el conocido barman Pedro Chicote en la Gran Vía madrileña en 1931.
El Bar Chicote forma parte de una serie de edificios destinados al ocio, como la sala de baile Casablanca en Madrid o la piscina Las Arenas en Valencia, en los que un cierto racionalismo se combinaba con una notable influencia del expresionismo mendelsohniano y del Art Déco que descubrió en la Exposición de las Artes Decorativas de París en 1925. Tras una fachada radicalmente elemental, formada por dos grandes ventanales a ambos lados de una puerta giratoria y un sencillo rótulo con el nombre en una limpia tipografía sans serif, el interior supone una obra de arte total en la que las características superficies curvas, la iluminación, los espejos y el mobiliario generan el espacio interior.
Entre el mobiliario encontramos muebles claramente art déco, con sus característicos tapizados de cuero, remates dorados y veteados de maderas nobles, junto a otros de clara influencia racionalista, como el sillón Chicote, con estructura de acero niquelado y fabricada por la empresa Rolaco, la misma que producía en España las sillas de tubo de acero de Marcel Breuer y Mies van der Rohe.