INTERIOR
Culto al objeto #Antoni de Moragas
El arquitecto Antoni de Moragas tuvo un papel destacado en la aparición del Diseño Industrial como disciplina propia al participar en la creación de la Agrupación de Diseño Industrial del FAD en 1961. Como arquitecto abogaba por la fusión de las artes, introduciendo en sus edificios el diseño en todas las escalas e integrando otras artes como la escultura y la fotografía, mientras que en el diseño de objetos industriales defendía la necesidad de unir la capacidad poética con la necesaria economía y la correcta funcionalidad.
(…) ante la duda siempre nos quedará el recurso de procurar hacer lo que hacemos lo mejor posible, volcando el resto de nuestra capacidad poética aún en el diseño de los objetos más banales de nuestra vida cotidiana.Antoni de Moragas, El culto al objeto, 1961
Admirador de Alvar Aalto, su vocación humanista le inclinó hacia la influencia del empirismo nórdico, al mismo tiempo que le llevó a mantener un equilibrio deliberadamente precario entre lo artesanal y lo industrial, entre lo popular y lo culto, como queda patente en edificios como la iglesia de Sant Jaume en Badalona (1957) pero también en objetos como el conocido sillón Moragas o su portavasos. Gran parte de estos objetos, como las lámparas, mesas, sillas, sillones o tiradores, completan los espacios que proyectó mostrando los mismos criterios de sentido común y versatilidad y un mecanismo estructural didácticamente revelado que su arquitectura.
Una de las obras más características de su pasión por la cultura es la Casa de los Toros (1961) en el Gran Vía de Barcelona. En este edificio de viviendas, Moragas integra la escultura de Josep Maria Subirachs, para el que también construyó una vivienda en Vall de Hebrón, y las fotografías de temática taurina de Francesc Catalá Roca, que recubren la superficie inferior de las terrazas para así ser visibles por el peatón desde la calle.