El mueble en el universo abstracto de Mies van der Rohe #Mies van der Rohe

La casa que Mies van der Rohe construyó para la Dra. Edith Farnsworth supuso la mejor aproximación de una vivienda a la idea de espacio universal que Mies persiguió en toda su obra. Este espacio quedó definido mediante dos planos horizontales, el suelo y la cubierta, y sería el mobiliario el encargado de organizarlo y caracterizarlo.

El principal elemento divisor de este espacio es el núcleo de servicios exento en el que se aglutinan la cocina, los cuartos de baño, una sala de calderas y la chimenea. Mediante su posición ligeramente descentrada, este elemento distribuye la planta en varias zonas con distintos grados de privacidad. Mies trata este elemento como un mueble al mantenerlo separado del techo y forrarlo de madera, mientras que los elementos estructurales de la casa están pintados de blanco. Un armario, con el mismo acabado que el núcleo de servicios, separa la sala de estar del dormitorio. El resto del mobiliario, escogido entre las piezas que Mies había diseñado para otras viviendas durante su etapa europea, permite con su posición distinguir los distintos usos dentro de un espacio único sin tener que recurrir a las divisiones tradicionales.

A partir del mobiliario de Mies, podemos percibir la presencia humana dentro del universo abstracto e ideal que supone la arquitectura miesiana.

Por eso, el cambio de mobiliario que Edith Farnsworth realizó al mudarse, cuando estaba todavía resentida por los pleitos que había perdido contra Mies, puede leerse como una alteración en profundidad del proyecto de Mies. Este cambio nos permite entender, por contraste, cómo el mobiliario es una parte imprescindible en la arquitectura doméstica de Mies.