INTERIOR
La Iluminación en las Casas de la Pradera #Frank Lloyd Wright
El tratamiento de la luz es una parte imprescindible para entender la arquitectura de Frank Lloyd Wright. Lucernarios, ventanales y vidrieras participan en la definición del interior y matizan su relación con el exterior. En las Casas de la Pradera, donde es aun patente la influencia del Arts & Crafts europeo y su revalorización de la artesanía, la luz del exterior se filtra a través de vidrieras emplomadas con motivos abstractos y geométricos, realizadas junto a colaboradores como Orlando Giannini y Marion Mahoney.
“(…) el ideal de la simplicidad orgánica (entendida como expresión de la integración perfecta) abolía todos los añadidos; rechazaba toda decoración superficial; convertía todos los artefactos de iluminación y calefacción en objetos arquitectónicos de la casa (…)” Frank Lloyd Wright, Una autobiografía.
El mismo efecto de calidez que Wright buscaba al filtrar la luz exterior se busca en la iluminación artificial de estas viviendas. Pero las lámparas diseñadas por Wright, además de responder a las necesidades de iluminación del interior, son objetos que condicionan el espacio y, como el mobiliario de Wright, siguen las mismas pautas que la arquitectura para participar en la creación de una única obra de arte total o Gesamtkunstwerk.
En la casa para Susan Lawrence Dana, una dama de la alta sociedad, Wright tuvo la oportunidad de realizar el diseño completo del interior, incluyendo mobiliario, vidrieras y lámparas. Para esta vivienda de más de 1000 metros cuadrados diseñó más de 200 lámparas, entre las que destacan las lámparas de mesa de bronce y vidrio emplomado, una pieza de arquitectura en miniatura en la que se reproducen los motivos geométricos de las vidrieras.
Las lámparas de pared para la casa Little y la casa Irving, suponen un paso más hacia la abstracción y muestran la influencia de la arquitectura japonesa en Wright, con su entramado de elementos verticales y horizontales y sus paneles translúcidos, mientras que los tonos elegidos para el vidrio, verde y dorado, reproducen en el interior la luz del sol filtrada a través de las hojas de los árboles.