Isamu Noguchi y la Escultura del Espacio #Isamu Noguchi

El escultor Isamu Noguchi, de madre norteamericana y padre japonés, tuvo una extensa relación con la arquitectura. A partir de su amistad con el arquitecto visionario Richard Buckminster Fuller desarrolló un nuevo concepto de escultura cercano a la arquitectura y al paisajismo, que se traduciría en la creación de escenarios, jardines y parques a los que llamaría espacios escultóricos.

Seguramente el más celebre de estos espacios escultóricos es el jardín japonés que realizó junto al arquitecto Marcel Breuer para el edificio de la sede de la Unesco en París en 1956. Noguchi también colaboró con Gordon Bunshaft, uno de los arquitectos de la firma SOM, en proyectos como el jardín escultórico para el edificio del Chase Manhattan Bank en Nueva York. Por desgracia, muchos de los proyectos monumentales de Noguchi nunca llegaron a realizarse, como el memorial para el Parque de la Paz de Hiroshima, con el arquitecto japonés Kenzo Tange. Tampoco verían la luz los parques infantiles para el Riverside de Nueva York que diseñó junto a Louis Kahn, a quien años más tarde dedicaría la instalación Constelación para el museo de arte Kimbell.

Si una roca es escultura, también lo es el espacio entre varias rocas y el que hay entre la roca y el hombre. Incluso la comunicación entre ambos es escultura Isamu Noguchi, Garden Elements, 1962.

La otra gran contribución de Isamu Noguchi a la arquitectura americana de posguerra se desarrolló desde un campo y una escala aparentemente distintos, desde el diseño industrial. En 1944 diseñó su famosa mesa con tablero de cristal y patas biomórficas, que sería producida por Herman Miller, y la lámpara de mesa Cylinder, inspirada en los faroles japoneses de papel y producida por Knoll. Ambas piezas, así como las lámparas de papel Akari o la mesa Cyclone, son indispensables en la arquitectura californiana representada en las fotografías de Julius Schulman o en revistas como Arts & Architecture.