Barcelona 2021 Sup. 510 m²
La casa La Calma se sitúa en una pequeña población muy cercana a Barcelona. La parcela se ubica en una zona boscosa con una pendiente muy pronunciada donde predominan pinos, encinas y olivos. La baja densidad de esta zona residencial y la existencia de un parque natural frente a la parcela fomentan la conexión con el entorno.
La casa como refugio
La Calma se concibe como un refugio para sus propietarios, un lugar donde abstraerse del bullicio de la ciudad y de la ajetreada vida diaria. Como consecuencia se genera una envolvente másica y pesada que actúa como cáscara protectora de la vivienda y se cierra a la calle de acceso y a las viviendas colindantes y se abre y se proyecta hacia la pendiente y el bosque.
Se estudia cada apertura de la envolvente de hormigón con el objetivo de enmarcar las vistas controladas de la parcela desde las diferentes estancias. En cambio, en la fachada que se abre a la pendiente la naturaleza irrumpe en el centro de la vivienda y adquiere todo el protagonismo.
Mediante la materialidad se busca la máxima integración en el paisaje.
Ceder espacio a la naturaleza
Debido a la pendiente tan pronunciada y a los condicionantes de la normativa se decide compactar la vivienda para liberar el máximo espacio de la parcela y cedérselo al jardín. El volumen se quiebra para adaptarse mejor a la pendiente. Con el mismo objetivo se diseñan diferentes terrazas con las diferentes estancias exteriores como la piscina, la barbacoa, una zona de juegos y diferentes jardines.
Mimetización con el entorno
Mediante la materialidad se busca la máxima integración en el paisaje. Para el hormigón de la envolvente se utiliza una tonalidad blanco roto, como la piedra del lugar. Las maderas utilizadas en el exterior y el acero corten recuerdan a los troncos de los árboles. En el interior se utiliza una madera más clara, para darle luminosidad y calidez a la vivienda.
El protagonismo de la vegetación
La vegetación envuelve la vivienda de una manera orgánica y poco ordenada con la finalidad de que el bosque se apropie de la parcela.
Programa compacto
La casa La Calma se desarrolla en dos plantas. En la baja se ubican las estancias de día y se organizan de manera fluida, conectadas visualmente pero con posibilidad de independizarse. La doble altura del salón queda presidida por una gran estantería y se separa del comedor por una chimenea abierta a ambas caras. En la planta primera se ubican los dormitorios y el soleamiento y las vistas quedan controladas mediante unas correderas de lamas.
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Arquitecto
Ramón Esteve
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Arquitectos
ColaboradoresEstefanía Pérez
Jacobo Mompó
Anna Boscá
María Parra
Fran Palomo -
Arquitecto Técnico
Emilio Pérez
Carolina Tarazona -
Imagen 3D
Tudi Soriano
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Estructuras
PRODEIN INGENIERÍA
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Instalaciones
Juan Pedro Jiménez Monteagudo
David Gimeno Asensio
Vicente García García -
Constructora
Salichs Construcció
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Fotografía
Mariela Apollonio
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Vídeo
Alfonso Calza
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Música Original
Holzwarth & Sebastian