Geometría elemental

Este proyecto se basa en el estudio de la caja como vivienda, sustrayendo diferentes volúmenes con el objetivo de generar los espacios a partir de llenos y vacíos. La caja aparece prácticamente ciega en su orientación este-oeste y totalmente abierta en la norte-sur.

Frente Sur

En el frente sur se plantea una doble piel de lamas de madera de iroko. Cuando estas contraventanas están abiertas se percibe el volumen totalmente permeable, pero cuando están cerradas la caja se completa y se presenta como una pieza cerrada. Esta protección solar tamiza la entrada de luz creando una iluminación uniforme en el interior y un ambiente muy cálido.

Accesos

El acceso se realiza en uno de los laterales ciegos, accediendo de forma tangencial al cerramiento y adentrándose por una rasgadura realizada en la parte central del gran muro blanco.
Una serie de lucernarios conducen desde la entrada hacia la zona más privada, situada en el otro extremo de la vivien­da. Se crean espacios de filtro entre la zona más abierta y pública de la casa, y las más compartimentadas que corresponden con las habitaciones.

Universo interior

Las estancias de día se abren a la orientación norte, con el jardín como fondo de perspectiva. Los dormitorios y las zonas de servicio recaen sobre la fachada norte, y disfrutan de una zona ajardinada más privada.
En el interior se combinan las superficies blancas y luminosas con elementos de madera de iroko, em­pleados en panelados y mobiliario. La madera se trabaja con listones de diferentes tonalidades que, junto con el pavimento de piedra caliza San Vicente, generan un aspecto texturizado y natural que otorga a la vivienda un carácter cálido y amable.