El nuevo hospital rodea y realza el edificio histórico mediante una intervención urbanística cuidadosamente integrada en su entorno. Se ha establecido un nuevo eje de acceso, más orientado hacia la ciudad de Viladecans, pero sin perder la conexión y transparencia con la plaza histórica que ha sido tradicionalmente la entrada principal al hospital.

Este volumen que perimetra las piezas preexistentes, orienta su fachada pública a la Avinguda del Mil.lenari, como forma de abrirse a la población de Viladecans, y a la Avinguda Josep Tarradellas, gran eje de equipamientos de la cuidad. Se destina a las áreas de mayor flujo asistencial, como son Consultas Externas y Urgencias.

Sobre esta pieza de basamento descansa un cuerpo estrecho y largo, de tres alturas, que alberga las unidades de hospitalización y otros usos asistenciales. Este volumen queda retirado del frente de fachada con el fin de evitar un volumen de gran altura sobre la calle. Arquitectónicamente se desconecta del basamento, marcando la singularidad de cada volumen.

Los accesos a los distintos servicios del hospital han sido diseñados teniendo en cuenta la estructura urbana circundante, lo que facilita la operativa diaria y mejora la eficiencia de las prácticas médicas.

La nueva organización prioriza la ubicación central de las infraestructuras y sistemas esenciales del hospital, los llamados «espacios duros», que son envueltos por áreas más flexibles, capaces de adaptarse a futuros cambios.

Se ha dado especial importancia a la entrada de luz natural y la integración de elementos naturales en el interior del hospital, especialmente en el gran volumen de basamento que alberga los servicios asistenciales y generales. Estos patios interiores, distribuidos a lo largo del edificio, no solo mejoran la orientación del usuario dentro del espacio, sino que también crean un ambiente de mayor calidad, lo que tiene un impacto directo en la salud y el bienestar de las personas.

Además, los materiales y acabados elegidos contribuyen a una mejor orientación espacial y a un mayor confort. La paleta cromática y los materiales naturales rompen con la posible monotonía de un hospital de grandes dimensiones, mejoran la acústica y optimizan el confort ambiental en los distintos espacios.