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Jose Miguel Piquer
abasedebé
Jose Miguel Piquer se define a sí mismo como un apasionado de la vida, un “disfrutón”. La felicidad la encuentra en los pequeños detalles del día a día, trabajando en lo que le gusta y rodeado siempre de gente a la que admira.
La agencia de comunicación abasedebé nació en uno de los momentos de mayor efervescencia creativa de su vida, cuando movido por la crisis empezó a dar sus primeros pasos en solitario. El co-working Botánico Creativo, tres meses de experiencia Erasmus para jóvenes emprendedores en Bucarest, o el Colectivo TAV y Tape Art son algunas de las grandes iniciativas que surgieron de esa etapa de renovación; además de su compañero de penas y fatigas, Vicent Molins, y el recientemente incorporado Quique Medina. Cada uno aporta su pasión a esta pequeña comunidad creativa.
Actualmente siente que en Valencia han vuelto las ganas y las sonrisas, y que los negocios se van moviendo cada vez más. La define como una ciudad de creativos, y destaca que los que han sido más renacentistas aprendiendo de todo y adaptándose a diferentes situaciones empiezan a tener oportunidades bonitas para desarrollarse y hacer por fin lo que les gusta. Si le preguntas por el proyecto con el que más ha disfrutado, lo tiene claro: su hijo. “No hay nada profesional que supere eso”, afirma. Para el futuro, le encantaría trabajar en un proyecto que implicara viajar, conocer personas y lugares desde otro punto de vista, y compartirlo.
PREGUNTAS CORTAS
Un miedo…
Los controles de los aeropuertos, no sé por qué, pero me ponen nerviosísimo.
Un sueño…
No tener sueño. Llevamos 11 meses con un bebé precioso y ahora me duermo por las esquinas.
Un reto que alcanzar…
Conseguir dominar algunos prontos que tengo.
El mejor lugar donde encontrar la inspiración o las buenas ideas…
En el agua nadando, en la bici o en la moto… Siempre me acuden las ideas en esos momentos.
Un consejo…
Siempre he dicho que no me atrevo a darlos, pero luego lo hago: comparte las alegrías que las penas no le importan a nadie.